Roland Barthes — El mensaje fotográfico













El mensaje fotográfico tiene tres componentes que son más o menos visibles: el emisor, el canal de transmisión, y un receptor. El canal, pudiera ser un diario o un complejo de mensajes concurrentes cuyo centro es la foto. El nombre del diario puede ser un mensaje, entiéndase aquí mensaje como saber, y por ello, puede desviar la lectura, la recepción -inclúyase- de la foto. Por ejemplo el caso de un diario que se sospecha de izquierda o uno que se sospecha de oficialista. El emisor y el receptor dependen de una sociología (grupos humanos a estudiar en móviles de conducta). La foto no es sólo producto (un complejo de más elaboración) sino también un objeto con autonomía estructural. Su análisis es, sin embargo, inmanente. Sucede que la foto no es una estructura aislada: hay otras estructuras como textos, manifestándose en leyendas, títulos o artículos periféricos. Ese todo en que suele aparecer la fotografía actúa como un todo significante. Por ello en ese todo significante es posible ir (identificar) por cada estructura-significante. El contenido de la foto misma es lo que llama Barthes, real literal. El que sea un real literal se explica en la disposición de los objetos de la foto misma: esos objetos, en un principio, no se pueden ver separados entre sí para ser analizados, no son parte del producto (resultado, y no elaboración) de lo que es la foto. No hay, es mejor decir, en la unión de un objeto fotografiado con otro (dentro de la foto) un código. El análisis que se refiere aquí es llamado por Barthes relais (relevo). Y en el caso de una foto, valga decir, "ingenua", sin preparación alguna, no se puede hacer este relais de los códigos. La conclusión es que el mensaje de este tipo de foto es un mensaje sin código. Dicho en otras palabras es un analogon puro. El análogo puro es lo que define al real literal, el objeto reproducido por la foto. Semejante al arte fotográfico, por ser visuales, son el cine, el dibujo, y la pintura. Todos ellos tienen un contenido analógico (analogon) pero es más fácil encontrar en ellos un mensaje connotado. Es, en gran medida, el viejo problema de la denotación y la connotación; en uno y otro arte la connotación se reduce al mínimo o tiene más cuerpo. La connotación es el código más general, pertenece a una simbólica universal o retórica de la época. Por ejemplo, en el caso de una pintura, el que los colores sean unos y no otros, o que la agrupación de elementos sea de tal forma demuestra la presencia de esa época estableciendo una retórica. En la foto, cercana a la matemática, la denotación es una estructura si no pura, casi pura. De ahí que sea imposible su relais, su análisis, su descripción, esto sería significar, remitirse al código de la lengua. La foto es, por ende, su mensaje. Cuando la foto comienza a apartarse de la denotación pura que es, estamos en el territorio de la producción, que incluye: selección, tratamiento, encuadre, compaginación. Esto reclama la actuación del emisor de la foto, un beneficio para sí, una intencionalidad. El prestigio de la foto es intuitivamente sobreentendido por el receptor, por su susodicho real literal y es en ese prestigio donde se apoya la manipulación (connotación) de la foto (denotación pura).
Tal es así que Barthes menciona algunas técnicas de producción de la connotación en la foto tales como: el trucaje, por ejemplo, logra el efecto de real de un senador hablando con un opositor, cuando eso no sucedió. Pose, el ejemplo que da Barthes es el de una foto de Kennedy con los ojos levantados hacia el cielo y las manos juntas; véase cómo aquí se ve, ante todo, porqué la foto es "casi" denotación pura; este gesto de Kennedy puede ser preparado, o bien pudo ser genuino, espontáneo, y estos gestos descriptos son gestos estereotipados que crean significación: "históricamente" se lee allí juventud, espiritualidad, pureza. 
El límite de lo real literal en la foto no es, justamente, el que haya manipulación o pose sino el código simbólico. Colocación de objetos: los objetos que aparecen en la foto inducen asociaciones (v. gr.: libro = intelectual = biblioteca); un hombre con guardapolovos se supone o un científico o un maestro. Fotogenia, es decir el buen tratamiento de la luz, aquí el mensaje connotado está en la foto sublimado por técnicas de luz, de revelado, etc. Anotación ad hoc: utilizado por fotógrafos de exposición como si fuera una cualidad de la foto misma. Esteticismo: por ejemplo cuando la foto se pretende pintura, cuando se trata la foto como un cuadro antiguo, y así se crea significación. Aquí Barthes hace una analogía con la pictórica primitiva donde el hombre primitivo, como sabe toda historia del arte, pintaba no para significar, sino para hacer (poseer) el ser pintado en esa imagen (la espiritualidad del primitivo hacía que la pintura y lo representado fueran lo mismo). Sintaxis, o varias fotos formando una secuencia o varias (aquí el todo significante no está en una foto sino a un nivel "suprasegmental", en el encadenamiento de las fotos). Valga decir que la fotografía cómica requiere de esas secuencias para crear variación de actitudes; la foto solitaria raramente es cómica, pues para ello requiere movimiento. 
Históricamente, la foto ilustraba el texto, hoy suele ser al revés, pero en realidad "no lo es", porque la foto no puede ser "ilustrada". La revolución fotográfica, lo que pudiera llamarse el carácter científico que trae consigo la fotografía, muestra que lo natural ha sido lo cultural. 
Cuando más cerca esté el texto de la imagen menos la connota: el artículo se aleja más que la leyenda, en tanto que esta última parece reforzar la imagen. Muchas veces el texto amplifica las connotaciones que ya están en la foto, otras produce un significado nuevo; otras, puede contradecir la imagen estableciendo una compensación. 
Según Piaget no hay percepción sin categorización: la fotografía se verbaliza cuando se percibe y en caso de que no, se produce un ruido en el sujeto, llámesele angustia, traumatismo. Que el hombre natural, como dice Barthes, sea transhistórico, implica que la significación es histórica y que es la historia la que produce la verbalización de la fotografía. El sujeto es connotado cuando percibe la foto. La percepción a que se hace alusión aquí produce un equilibrio tranquilizador. 
Vemos así cómo el fenómeno fotográfico involucra el fenómeno de la percepción humana y cómo la fotografía, considerada como real literal, nunca es pura denotación.