Gabriel Celaya — ¿Quién eres?












Con cambiarte de traje, te cambio también de alma.
(No adivinas mi angustia. No sé casi quién eres).

Si te revuelvo el pelo tú ríes locamente
mientras a mí me duele sentirte tan informe.

Tanto puedo variarte que no sé ya que quiero.
Tú puedes serlo todo. Tú eres la misma nada.

Y te ríes, y acaso, si tus labios me buscan
son solo una medusa de silencio anhelante.