Juan Ramón Jiménez — Los árboles
Volvía yo con las nubes
que entraban bajo los rosales;
grande ternura redonda
entre los troncos constantes.
La soledad era eterna
y el silencio inacabable.
Me detuve como un árbol
y oí hablar a los árboles.
Los árboles se olvidaron
de mi forma de hombre errante;
y con mi forma olvidada
oía hablar a los árboles.
Me retardé hasta la estrella.
En vuelo de luz suave,
fui saliéndome a la orilla,
con la luna ya en el aire.
El pájaro solo huía
de tan secreto paraje;
sólo yo podía estar
entre las rosas finales.
Yo no quería volver
en mí, por miedo de darle
disgusto de árbol distinto
a los árboles iguales.
Cuando yo ya me salía,
vi a los árboles mirarme.
Se daban cuenta de todo
y me apenaba dejarles.
Y yo los oía hablar,
entre el nublado de nácares,
con blando rumor, de mí.
Y ¿cómo desengañarles?
-¿Cómo decirles que no,
que yo era sólo el pasante,
que no me hablaran a mí?
-No quería traicionarles-.
Y ya muy tarde, ayer tarde,
oí hablar a los árboles.
Tomado de sifuesepoeta.com
Versión corregida a partir de
¿Qué es literatura?, Raúl H. Castagnino, editorial Nova (6º edición), Buenos Aires, 1972.