La ciencia de la lucha. El guerrero definitivo (documental)











En este documental podemos ver la importancia de lo peor de Hollywood: lo fantasioso de sus producciones genera un deseo de destruir sus productos que trasunta el deseo de los puristas de dar con el hueso de las cosas.
Así Hollywood se presenta como un mito que mitifica lo que genera. En este caso, las artes marciales.


Maestros de diversos estilos son usados para la prueba. Primeramente, algunas palabras pueden definir los diferentes estilos: poder en el boxeo y el karate; velocidad en el kung-fu y el tae-kwon-do; golpes demoledores en el muay-thai, y letal agilidad del ninjitsu.
Lo nuevo que aporta el documental: la tecnología, las herramientas biomecánicas: captura de movimiento, marcadores reflectantes en el cuerpo, cámaras infrarrojas para reproducir el movimiento del cuerpo tridimensionalmente en una computadora. La utilización de un saco de arena asombrosamente caro llamado objeto antropomórfico híbrido, emulador del cuerpo humano (biofidelidad). 


Primero se explora eso que llaman el KO, o el golpe perfecto, más ligado al boxeo. Se prueba el puñetazo del centímetro del Kung fu que refleja unos 275 Kg. de fuerza. El golpe directo de Karate, 370 Kg. de fuerza. El del Tae-kwon-do: 415 Kg. Finalmente se encuentra el golpe KO en el boxeo: casi 5oo Kg. La relación de esta potencia pudiera tener una relación con la reducción de este deporte a los puños, una idea biologicista de la compensación de la atrofia de otros miembros. 
En el KO el cerebro queda flotando en fluido cerebro-espinal, moviéndose dentro del cráneo, el que deja de moverse mucho antes. El tamaño del boxeador repercutiría en una mayor masa que golpea. 


Las patadas.
La patada lateral de karate: casi 500 Kg. La doble patada voladora de kung fu (los dos pies en el aire) sería menos potente que la anterior del karate. La patada en giro hacia atrás del tae-kwon-do reflejaría más de 700 Kg. 
En el muay thai de Tailandia los golpes son más cruentos, más dañinos, debido a que se realizarían con cualquier parte de las piernas o brazos (codos y rodillas), comparable al golpe en un choque a 50 Km. Un golpe de estos en el diafragma, tendría la resultante de una hemorragia interna. 
El jiu jitsu o el arte de hacer palanca en los puntos débiles del cuerpo no utilizaría golpes: su arte es la inmovilización de los brazos con las piernas para dejar libres los brazos del atacante y aplicar unos 27o Kg. de fuerza al cuello. 


Se compara la velocidad del ataque de la serpiente con el de los golpes en artes marciales: casi 3 mts por segundo.
Para este experimento los ingenieros se servirán de un acelerómetro en el puño con el que medirían la velocidad del golpe de kung fu, abuelo de las artes marciales: más de 12 mts por segundo. 


Para la prueba de reacción ante un estímulo amenazante, los ingenieros utilizan al maestro de tae-kwon-do.
Para ello utilizan una luz pequeña pero muy definida y brillante y censores en el cuerpo. Ante el estímulo de esta pequeña luz ad-hoc el maestro demora (del brillo al golpe) unos 0,18 segundos. Este procedimiento es la base de la leyenda del maestro telépata: no lee ninguna mente, lee el cuerpo, lee la experiencia que es al fin y al cabo otra forma de mente. Como si viera el movimiento a cámara lenta. En el cine, esto se puede ver claramente como modo de desarrollar el tiempo subjetivo en el focalizador.
Una versión del kung fu, hecho famoso por Jackie Chan, es el boxeo borracho: el kung fu chino tiene movimientos que imitan a un borracho con sus copas, aparenta tambaleos para mejor atacar. El movimiento de caerse es un engaño para contraatacar, que conduce a un dominio del equilibrio a imitar el estado de relajación de los músculos por ingesta alcohólica. 


El ninjitsu, -con una imagen hollywoodense que lo define como el antisamurái, el bándalo del código de honor-, sería un maestro de equilibrio y el sigilo. Lleva la noche en su movimiento, como un gato. Hombre gato, le llaman. El gran aporte de este estilo radicaría en el manejo del centro de gravedad y la base de apoyo o mejor dicho aún, la transformación de la basa de apoyo en centro de gravedad. En el hombre, el equilibrio sería muy enclenque por tener sólo 2 piernas y al ser éstas muy largas. El ninjitsu utiliza todo el pie para servirse de cada parte como apoyo según la circunstancia, para crear el centro de gravedad. Los dedos actúan como antenas detectoras o amortiguadores de la caída o del contrapeso del pie. La prueba en el Ninja la realizan con una plantilla de censores en el calzado. Utilizan mediante reproducción en computadora un indicador que trasunta el centro de gravedad, cuando más cerca del centro del pie esté ese indicador, mejor es el equilibrio. También utilizan una herramienta de entrenamiento propia de este estilo: los palos de flor de ciruelo, una plataforma de palos con un descanso en la punta, dispuestos en altura creciente a nivel del piso. Su uso intensifica -por ser los descansos redondeles pequeños y no estables como el piso- la búsqueda del centro de gravedad. 


Como el ninjitsu debe hacer lo que hace rápidamente -según su naturaleza clandestina, y espía-, elige puntos vulnerables donde atacar. Un ejemplo de ello es el golpe en el nervio axilar. Los lugares vulnerables se definirían como aquellos que tienen gran densidad de terminaciones nerviosas, sitios neurales enriquecidos. El golpe "cortocircuita" esa vulnerabilidad, porque colapsa el sistema nervioso.
Otro golpe del ninja es el puño-martillo o golpe de la muerte probado en el muñeco de biofidelidad mediante dos censores: uno de presión que mide la fuerza del golpe, y otro, un potenciómetro rotativo para medir la deflexión de la caja toráxica. 
El golpe se mide en unidades decimales llamadas criterio viscoso que implican el daño en tejidos blandos como el corazón. Los datos muestran una compresión en el cuerpo del Ninja, como si se transformara en un martillo, cuyo golpe final le debe todo eso a esa disposición. 


Las armas en las artes marciales. 
Las condiciones de una buena arma: magnificar el impacto, aumentar el alcance, y que proporcione control. 


Los rompepiedras, los que se dedican a romper bloques. Para los escépticos, desatan una reacción en cadena, efecto dominó. Pero no es del todo así, hay sí por principio una onda expansiva. Una cámara de alta velocidad demuestra que el rompepiedras golpea y sigue atravesando la pila de bloques casi sin desminuir la fuerza (en ese transcurso). En este caso los ingenieros utilizan un acelerómetro en el puño del rompepiedras. La pila a romper es de bloques de hormigón. El golpe va a 33 Km. por hora y con más de 9oo Kg. de fuerza. Lo extraordinario aquí es que el rompepiedras revela que tiene los huesos distintos o mutantes. Por su entrenamiento transforma los huesos según la ley de Wolf (del cirujano, Julius Wolf, s. XIX). Al dañarse los huesos continuamente se forman más estructuras de calcio. Esto ya lo sabían los orientales. 


Un dato interesante por fantasioso es el de la vara japonesa: se cuenta que antiguamente se la podía girar tan de prisa, con un centro en el tórax figurando un molino humano, que las flechas no podían penetrar. 
La vara girando alrededor del eje del cuerpo forma una barrera ofensiva y defensiva. Proporciona mayor potencia de impacto: más de 900 Kg. de fuerza (más del doble que los palos kali: dos palos cortos). Cuanto más largo es el palo más rápido se mueve la punta extrema respecto al centro de rotación. 


El origen legendario de nunchaku y la vara de tres trozos la relacionan a las limitaciones de la vara, específicamente en la rotura de una vara en tres pedazos: lo que da origen a las armas flexibles. Gracias a las uniones, el nunchaku tiene más alcance que el palo kali. Pero el impacto es menor debido a la unión, que absorbe parte del impacto luego de ejecutado el golpe. La vara de tres trozos tiene más alcance que el palo kali y más impacto. Su rasgo saliente es su espectro de alcance, lo cual condiciona al atacante, pero también es su debilidad ya que debilita su control o manejo en quien la porta: estaría demasiado tiempo fuera de control. Fallan, justamente, en la armonía: guerrero y arma no son del todo uno solo. 


El documental intenta una evolución todo el tiempo demostrando que las armas arrojadizas están detrás de las armas de fuego por su capacidad de recambio y de alcance. En este tipo de armas se deja de lado la potencia y la masa, y se aborda la física del vuelo. 


En el kyudo, disciplina meditativa,  camino del arco, el arma que aparece es la flecha. En esta disciplina, el manejo del arco reduce la respiración, reduce temblores de manos, el latido, y se dispara, como dicen delicadamente, "entre latidos".  La llamada paradoja del arquero revela que la flecha en vuelo parece recta pero bajo el estudio de la cámara de alta velocidad se observa que la flecha oscila con la punta y el final alineados, y el centro ondulante. Las plumas en el extremo posterior desvían el aire y hacen girar sobre sí a la flecha como la bala de un rifle. 


La estrella ninja o shuriken tiene entre tres y ocho puntas afiladas. Funcionan bien en alto alcance o combate de cerca. 
Buscando un arma que conjugue control, impacto y alcance se llega a la espada: el equilibrio tan buscado. 
La shin, la dao y la katana son los ejemplos que se manejarán aquí.
La shin o espada china recta, es ligera, flexible, con capacidad de apuñalamiento, es decir, se introduce fácilmente en el sólido (hasta en las armaduras). Por flexible es débil y se puede romper más fácilmente. 
La dao conjuga en su hoja, una parte roma y otra afilada en su extremo. Es más pesada y es además curvada. 
Con la muy célebre katana, se trata de conjugar la penetración y el corte de las dos anteriores. Es la espada del samurái. Sería el ejemplo de armonía de todas las armas. El mango también parece ser mejor. La prueba de calidad (filo y fuerza)  de la katana se realizaba, después de ilegalizarse en condenados y muertos, en bambú verde (imita la densidad del hueso) envuelto en esteras de tatami tejidas con fibras de arroz (imitan la carne). 








Emitido por National Geographic Channel
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