Un poema espantoso de Borges











¡Vigor, vigor, vigor Carmuega!
Vigora tu apocado sentimiento
tu floja carne y tu arrastrado acento.
Vigor y más vigor. ¡Vigor, Carmuega!

Carmuega hoy, mañana de Noruega
Peer Gynt serás y ¿cómo, sin aliento,
vigor tendrás para dar voz al viento
si te falta vigor, feble Carmuega?

Hoy apenas te sobra bizarría
para rodar de la camilla al suelo
y agitar, tant soit peu la otra muleta.

¡Vigórate, gigante de afonía!
¡Que tu yacente voz logre del cielo
vigor para ser brazo, arco, saeta!









En Borges. Adolfo Bioy Casares, ed. Destino, 2006
Edición al cuidado de Daniel Martino
© Daniel Martino y Herederos de Adolfo Bioy Casares