Meme revisando



by Ju4444ncho




El meme es un concepto filosófico acuñado en 1976 por Richard Dawkins, etólogo y biólogo evolucionista harto famoso hoy. El meme, definido básicamente, es el equivalente cultural al gen o gene biológico. 
Como muchos otros conceptos filosóficos trata de definir más que una sustancia o un objeto —claro sí que sustantivándolo u objetivándolo porque no se podría de otro modo— un movimiento.  
Filosóficamente el meme es una reactualización de la noción metafísica de Voluntad de Schopenhauer —que es un concepto aporético en cuanto a su definición por ser más descriptivo de un movimiento que de un ser— y por ello implica una revisión de la ideología y desbroce en medio de, justamente, memes. La noción de gen egoísta, de donde saldría la noción de meme, es fundamental para que se comprenda en sí. Como en Schopenhauer las cosas, los memes y los genes tienen una perspectiva amarga, porque recavan en la noción de lucha por la vida, lo que básicamente quiere decir, lucha por la permanencia. En filosofía cuando se dice que algo es más sustancial se suele decir que es más antiguo, y aquí la idea de lucha tiene pretensiones de antigüedad por lo cual todo aquello que se diga después serían aspectos, máscaras, disfraces de la lucha. Así, la lucha por la vida o permanencia ejecuta la simulación o disimulación. El egoísmo genético dawkiniano definiría la voluntad de permanencia de todo tipo de entidad conformada. Los seguidores de Dawkins, tratándose de desleír del lenguaje ideologizado tratan de advertir que el egoísmo del gen tiene un rasgo de inocencia que la ideología de la noción “egoísta” ha producido sobre este concepto, y en cuanto no comporta intención la defensa no es equívoca. Nietzsche y Spinoza también serían filósofos compatibles con la teoría del meme si se revisan a fondo, como promueve Robles Loró. Así el concepto de mentira y verdad no serían sino aspectos de la permanencia por los cuales se comprendería mejor nociones como demonización, contratransferencia, paranoia, competencia, etc. Los opuestos binarios de Derrida en tanto que tachables son memes, en tanto que voluntades que se boicotean entre sí, su aspecto más sustancial es la lucha. Para lo que lucha, en el campo social, la mentira es la verdad para lo que se considera verdad y toda entidad social se considera la verdad. De modo que lo demonizado como falso haría el mismo mecanismo a su vez sobre su denunciador.
Robles Loró, como muchos otros refiere que el hombre es el único animal que además de transmisión de genes ejecuta una transmisión de memes pero tal posición puede que sea un meme exitoso, es decir una permanencia de una idea. Si en el reino animal se da un comportamiento visible es probable que allí no sólo podamos hablar de mecanicismo. En psicoanálisis también se cae en esta idea: se suele decir que los animales sólo responden a instintos y que los hombres además responden al grupo. Esta idea de sostener que el animal responde sólo a instintos, como las plantas, suele hacer ver a los demás seres como máquinas, pero el elemento de permanencia estaría vulnerado así por la falta de inventiva de que carece la máquina. Lo mismo por lo que la idea de cultura se constituye en el seno de disciplinas como la etnología, no hay razón alguna para decir que los animales no tengan algo que se corresponda funcionalmente a la cultura. Entiéndase: al fin de cuentas la cultura no ha sido nada hasta que el hombre de una cultura se alejó de la misma.

Robles Loró destaca tres elementos claves que explican la propagación de los memes: los mismos, propuestos por Dawkins y cotejables (no siempre intercambiables) por lo que los neodarwinistas llaman algoritmo darwiniano: longevidad, fecundidad y fidelidad. Importa cotejar esos elementos entonces con los de herencia, lucha,  transmisión, variación, selección y herencia.

Resulta curioso que Robles Loró observe que dentro de la escuela posmodernista el enfoque memético tenga una metodología semejante. ¿Por qué? Tal vez porque el posmodernismo, culturalmente, es un movimiento de sacudimiento de nociones ociosas (y perniciosas, para otros). El meme establece o promueve una lógica de este tipo, una cultura del avistamiento de aquellas estructuras de pensamiento con sus praxis conductuales consecuentes que se repiten sin ser notadas, es decir inconscientemente. 

Así, cotejemos los elementos dado por Robles Loró con el llamado algoritmo darwiniano: la longevidad de un meme es la perduración de un meme en el cerebro de un individuo. En el algoritmo darwiniano esto supondría la fidelidad o simplemente herencia del meme y mucho menos supondría la lucha de ideas por cuanto comporta un movimiento de impunidad en su portador. Destaca la idea de que en la longevidad de un meme exista la tipicidad de que sea existencial, lo que lleva directamente a la idea del sacrificio individual por una idea, como se ha visto en la historia, v. gr. el nazismo, los llamados mártires, etc.

Por su parte la idea de meme manejada por meméticos suele tener una alta connotación de que todos los memes son perniciosos. Así, los llamados memes dañinos o memes peligrosos de Dennett parecen ser un meme. Entra en la lógica de la demonización de lo que no defiende el mismo Dennett, lo que explica que haya memes más viejos que otros y que en tanto que más viejos menos explicables, o descriptibles.
La política partidaria y mediática sería un meme que actualizaría memes más antiguos como los de la religión. El meme "detección del mal" (imperativo) estaría tanto en la religión como en la democracia. Se trata de un fenómeno de participación: la detección del mal es compartido por la democracia y la religión, pero el liberalismo y sus consecuencias no. Si un grupo religioso acepta algunas libertades de las personas es para promover su perduración.

En lo atinente a la justificación ontológica del meme, el meme es posmodernista: si toma lo bueno del posmodernismo no se desvivirá por probar una palabra y al decir que el meme es un meme está refiriendo que es simplemente una palabra que trata de referir una situación. Por ello es de mayor importancia referir la situación que la palabra. Y esto ha sido así siempre en todos los campos: Borges dice, por ejemplo en Tlön..., que la tesis procede de una sospecha y luego se encamina fatalamente a darle cuerpo, en derecho la hipótesis precede al derecho positivo. Así, bajo lo que propone una palabra-concepto se abre un campo de investigación. 

Bajo la noción de fecundidad (el medio como factor de transmisión) del meme se puede observar que existe la situación que se denuncia a través de la palabra meme. Un ejemplo: el testimonio de la sociedad del hampa en relación a la literatura o cine violento: el hampa como realidad social de un grupo idealiza la violencia como bien y condena a quienes no la ejercen; en el caso de la observación de esa realidad social a través del cine o la literatura la relación con la violencia es meramente contemplativa y de allí que la violencia no sea determinística en este segundo caso.
Allí aparece otro nuevo meme muy conocido: "ver violencia (sobre todo en cine y TV) produce violencia". Este meme es bastante dudoso en lo que propone como verdad para todo caso puesto que la violencia imitada debe tener un carácter existencial para quien la imita. Como se dijo, el carácter existencial de un meme es aquel de poner la idea por sobre la vida individual. 
Este es el caso cuando los hechos no comprueban nada o cuando los hechos comprueban la teoría porque se deseaba intensamente que la comprobaran.
Otro meme muy repetido es el resumible como "doble discurso" o "panqueque" o "mercenario" que solo persigue la conminación, es decir la demonización. 

Es evidente que el meme persigue un rigor lógico y debe llegar a él en modalidades del tipo "A es B siempre que C y en tanto que D no p": este modelo algo disparatado por ignorante y apresurado refleja la importancia de particularizar identidades por más que al formalizarse una situación un elemento no esté contenido ya que al no estar contenido promueve la revisión del modelo.

La noción de fecundidad (medio ambiente memético) del meme atiende a la propagación post mortem entre individuos. Aquí se recuerda el final de El proceso de Kafka cuya idea, sin que comprobemos, era más o menos: la vergüenza trascendió la muerte. Nuestros padres estaban equivocados o vivían en otra nube de pedo que nos legaron.

Robles Loró refiere el meme del nido o la tribu de pertenencia referido por Monod con una cita clave que está en muchos otros autores como meme: “la idea que confiera al grupo humano que la hace suya, más cohesión, ambición, confianza en sí, le dará de hecho un aumento de poder de expansión que asegurará la expansión de la misma idea. Este valor de promoción no tiene necesariamente relación con la parte de verdad objetiva que la idea pueda comportar”. De modo que, entre aquellos autores referidos, está Lacan: el afecto y el bienestar producen necesariamente memes.

La idea de percibir un meme tiene un diagnóstico clínico muy localizable: el meme está ligado al insomnio, a las anfetaminas, a la manía, a la melancolía, por ello a los desbordes, entre otros, al romanticismo, al neorromanticismo de Hesse tal vez, al Spleen, todos memes de estructura similar; es la visión propia de un paria o un solitario: ve la discusión descabellada de gente que se debate por infantilismos que toman muy en serio. Es la sensación de extrañamiento de sentirse de afuera. 

En tercer lugar, sugiere Robles Loró, habría que tener en cuenta la fidelidad. Los memes a veces sufren pequeñas mutaciones cuando se transmiten, son poco fieles al meme original y por tanto se convierten en memes mutados, es decir, en nuevos memes. La fidelidad del meme es decir su copiado cuasi exacto sería un mal como una sociedad tradicionalista. 
Por ejemplo, la reforma protestante se explicaría por el predominio en esa época de memes con escasa fidelidad al meme del catolicismo; Nietzsche aborrecía de Lutero como un fortalecedor del cristianismo y por lo cual la mutación de un meme a veces no es mutación en sentido genético adaptativo: el meme de Lutero habría sido el de refortalecer la religión pero mutándola: esto es, disfrazar la longevidad de lo mismo. Puesto que según Nietzsche el cristianismo es antivida, Lutero sería para él profeta de la muerte. 
Según postulados de Samuel Huntington el meme cristiano "encuentra entre el resurgimiento islámico contemporáneo y el inicio del protestantismo en el siglo XVI" y confirmaría a Nietzsche en que, por ejemplo, Lutero condenó la corrupción del papado, era un purista y exigente, etc. Básicamente un mártir. Otra noción que trae aparejada la memética es que ningún episodio de la historia es igual a otro. Igualar a Napoleón a Roma o a Hitler sería no atender a esta reactualización de memes mutados. En los tres casos hay guerra o promoción de conquista, pero en los tres no hay conquista en pos de la cultura, por ejemplo. Para Wilson la guerra surge “a la vez de los genes y de la cultura, y que la mejor manera de evitarla es un conocimiento cabal de la manera en que estos dos modos de herencia interactúan dentro de los distintos contextos históricos”. La guerra sería así una especie de instinto de defensa, mezclado con uno de conquista y expansión pero organizado con los instrumentos de la razón desde los palos, hasta las bombas más sofisticadas.

Otro dato de interés es la idea de los memes en la historia o prototeorías de memes que han planteado a muchos la idea de viajes al pasado en el espacio. Carpentier, por ejemplo, descubre en Los pasos perdidos, que el tiempo se confunde con el espacio porque se comparan las culturas. Adolece de nostalgia por sus raíces. 

Robles Loró promueve a través de la conciencia del concepto meme una especie de arqueología del saber foucaultiano, que parece más beligerante porque observa una amenaza mayor. El qué sería del Islam armado hasta las pelotas sería un meme benéfico porque no sería sino un meme original (en el sentido de no habido). Por ello es posible detectar períodos históricos viejos en los actuales, suponer probables ambientes borrados, incluso observar las artes plásticas. Ya que Robles Loró ve los memes como Foucault el saber: un poder, una territorialización, un dominio, un apresar. Y además porque hablar de memes se vuelve sinónimo de poder. 

La locura, o manía griega, nietzscheana parece también estar por todas partes prefigurando la crítica encarnada en el meme: el cambio vertiginoso es tan opuesto al meme en sí, como si el meme fuera la mala salud; de ahí el miedo a perder algo está ligado a la dominación de otros, al monopolio (monopolio se despliega explicativamente como "venderse a uno mismo").  

"¿Podrá [el meme] constituirse como ciencia?" se pregunta aquí. Por de pronto es probable que mucha gente ya crea que el lenguaje no significa en sí mismo. Es ya una formalización a lo primer Wittgenstein. El Wittgenstein del primer período estudia una suerte de genes linguísticos y el segundo mutaciones del lenguaje. Este, es un medio, en todo caso, para la mutación selectiva. Por ejemplo, Daniel Dennett diría “es concebible (...) que algún día se descubra una identidad impresionante entre las estructuras cerebrales que almacenan la misma información, permitiéndonos identificar sintácticamente los memes”. Esto llevaría al control mental a una suerte de criptoanálisis de la grafía, de la escritura, de la opinión, de un mapeo del cerebro que revele una estructuración de memes. 

Los memes llevan al desaliento schopenhaueriano de la corrupción completa del hombre —y esta noción de corrupción no es otra que la de la falsificación—, de la farsa que es sostener cualquier idea. El consuelo, el bueno olvido, supondría asumir concientemente que sostener una idea es un mal por el cual se debe atravesar.

Después está para considerarse la idea de la navaja de Ockham, uno de los protorutilantes meméticos, y la idea del éxito de algunos memes: básicamente si los memes exitosos responden o no a un tamiz. Si la especie tiene una inteligencia que nos contiene entenderá que, por ejemplo, proteger a los desvalidos representa una simplificación de las concepciones consabidas o que la fuerza de la vida consiste no en eliminar vidas sino en promoverlas porque el meme considerado "lo enfermo" lleva una llave para la longevidad de la especie. Lo que cazaría con Jung: “lo inconsciente suele manifestar una inteligencia y una finalidad superiores a la comprensión consciente de que somos actualmente capaces”.

La realidad del meme parece real cuando observamos las elecciones políticas, la política misma y el gesto que los ciudadanos deben tener ante ellos. Los mismos padres, etc. El ciudadano, el hijo, etc. no pueden elegir entre muchos candidatos porque no los hay; les gusta un candidato por un conjunto de razones bastante improcesables hoy día. Sólo toca discernir en el mal menor del tamizado de un candidato cuál era el más apto para promover el avance de una noción, y en esta, el aporte al universo humano. 

También la volubilidad del hombre demuestra también la realidad del meme: si a un hombre se le pregunta capciosamente por su cambio de perspectiva u "opinión", el hombre no sabe decir sino las razones de su nueva filiación como si hubiera sufrido una epilepsia y la epilepsia fuera su antigua filiación.

Cuando un meme fuerte es vulnerado por la imagen que se tiene de un candidato, el  hombre suele empezar a usar ante su ideal las proposiciones adversativas del tipo "hizo esto, pero igual lo quiero". Incluso si un meme pudiera representarse en las proposiciones del hablante debería advertirse el análisis de la proposiciones en una relación semejante a las proposiciones verdaderas, donde la estética, el gusto hacia el candidato, es tomado como la verdad de una proposición. 

El meme "descubierto" por Maquiavelo en El príncipe “buscar-la-manera-de-que-los-ciudadanos-siempre-me-necesiten-a-mí-y-al-estado” está muy bien colocado así puesto que en la realidad mental de los individuos funciona como un bloque. El meme hace así dividir dos acepciones de la noción de intuición: por un lado la que crea y por otro la de proceder por reflejo. 
El hombre se despacha con un "yo creo" o un "yo tengo para mí" con un meme que pudiera llamarse el del fetichismo de la figura o la imagen de sí mismo en el espejo del otro que lo adula. Las entrevistas, que representan esta exposición vanidosa promueven la longevidad del meme. Algunos memes parecen ser muy telúricos, por así decirlo, como por ejemplo el de la integridad física: la conducta de huida, de retiro, o de contraembestida, es observable en la guerra trasmutado, caso que le interesaba mucho a Maquiavelo. Así la idea de represión parece uno de los memes más viejos y de él se puede predicar su diversidad: reprimir adulando, reprimir golpeando, reprimir conversando, reprimir extorsionando, reprimir distrayendo, etc.

Hace poco un hombre dijo en un canal de noticias que se buscaría hoy que el papel de los analistas políticos sea ocupado por el de críticos literarios. Esto es un meme ya antaño muy promovido por los intelectuales: por ejemplo Sebreli y largo etcétera han dicho que el papel del intelectual es crítico y requiere de la posibilidad de que se le permita tomar distancia del grupo sin ser un paria, lo mismo que un chamán: mientras los demás están borrachos, mezclados en sus orgías políticas del ágora, él permanece consciente y observante sin culpa porque el grupo le otorga el rol de sancionador del estado de cosas.





Fuente:
Robles Loró, Rafael. "Memética e historia". V Jornadas de Filosofía en la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Guadalajara. España, 2002. ISBN 84-7788-282-7